LA VERGONZOSA ACTITUD DE LA BBC
Voy a comenzar con este título una serie de entradas basadas en el riguroso, erudito, hermenéutico y completo análisis que el profesor titular de Ciencia Política de la Universidad Rey Don Juan Carlos, Rogelio Alonso, ha realizado bajo el título Propaganda, Internacionalización y Recomposición del Nacionalismo Radical. Con esta serie de entradas se pretende ofrecer una visión de lo que está aconteciendo en el País Vasco a partir de la declaración de ETA del 5 de septiembre de 2010, en el que se exponen, los motivos, el porque, las estrategias y demás movimientos políticos que se han producido y se están produciendo, de cara a que no os perdais en el laberinto de declaraciones de "alto el fuego", manifestaciones de partidos políticos, etc... Y tengais una idea clara de cuales son las intenciones de cada cual cuando dice esto o aquello. Espero que os sirva de guía mental y de fortalecimiento de vuestras convicciones democráticas.
La BBC, el ente público de la radiotelevisión británica, se convirtió en un útil altavoz de la propaganda terrorista al aceptar la difusión de un vídeo de propaganda terrorista sobre el que, además, la BBC informó incorrectamente al tergiversar tanto el contenido de lo anunciado como las motivaciones de sus autores.
Al contrario de lo que la corporación británica señaló en su página web, al presentar la noticia con carácter de “exclusiva mundial”, ETA no anunció que “no cometerá acciones armadas” en el futuro. En ningún lugar de la declaración se afirmaba tal cosa, pues los terroristas se limitaban a señalar que “ETA hace saber que ya hace algunos meses tomó la decisión de no realizar acciones armadas”, al tiempo que reafirmaba su compromiso con su campaña de “confrontación”.
Debía cuestionarse por tanto el valor noticioso de un anuncio que ignoraba que la existencia de una organización terrorista en un contexto democrático como el español supone una intolerable amenaza que en modo alguno puede matizarse por el hecho de que los terroristas, con fines propagandísticos, y como consecuencia de su considerable debilidad, hiciesen público un “parón técnico”.
La BBC sucumbió al encanto de sensacionalistas imágenes brindadas por los terroristas en la búsqueda de sus objetivos propagandísticos. La tendenciosa cobertura que la BBC realizó del comunicado etarra en septiembre incurría también en una distorsionada presentación de las aspiraciones de ETA al reproducir sin cuestionamiento alguno los deseos expresados por los terroristas de “poner en marcha un proceso democrático” y de “lograr sus objetivos por medios pacíficos y democráticos”. De ese modo, al ofrecer su privilegiada y respetada plataforma a ETA, la BBC permitió a una organización criminal revestir el resultado de la exitosa acción antiterrorista contra ella –signo de evidente fracaso y decadencia– casi como un magnánimo gesto de buena disposición.
Semejante asociación era ineludible en una cobertura en la que volvían a despertarse esperanzadoras pero infundadas expectativas sobre el inminente final del terrorismo. En consecuencia, tal y como persigue la propaganda terrorista, una organización criminal responsable del asesinato de seres humanos volvía a ser asociada con términos absolutamente contrarios a lo que representa: paz y democracia. Son ambas palabras clave o talismán con las que, como demostró el último “proceso de paz”, se busca coaccionar emocionalmente a una sociedad amenazada. De ese modo se facilitaba al movimiento terrorista su objetivo de transferir la responsabilidad por la resolución del conflicto terrorista a otros actores, como, por ejemplo, al Gobierno español.
En este sentido es también relevante la negativa de la BBC a referirse a ETA como una organización terrorista, describiéndola en cambio como “grupo separatista”. El libro de estilo de la cadena rechaza el término “terrorista” en aras de una supuesta neutralidad que, sin embargo, facilita la desinformación y la distorsión de la realidad en torno a ETA. Al contrario de lo que se deduce de la postura de la BBC y de otros medios que evitan identificar a ETA como un grupo terrorista, semejante actitud no denota imparcialidad u objetividad, sino subjetividad valorativa encubierta bajo una asimétrica neutralidad, evidente también en la cobertura del comunicado que aquí se está analizando. Así es, porque tratar a ETA como algo diferente a una organización terrorista, interpretando sus comunicados sin un riguroso análisis y contextualización de su naturaleza y estrategia, no equivale a informar objetiva y correctamente sobre el fenómeno de violencia política que tiene lugar en una sociedad democrática europea.
La proyección obtenida por la banda gracias a la difusión de su propaganda a través de la BBC abonaba el terreno para profundizar en la internacionalización que Batasuna- su partido político- pretendía lograr con el fin de involucrar a agentes externos que presionasen al Gobierno español en la defensa de sus intereses, pues la injerencia externa permite al movimiento terrorista difuminar su exclusiva responsabilidad sobre el final de la violencia.
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